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viernes, octubre 21, 2005

La sombra en la baldosa

Me lavaba los dientes cuando de reojo vi pasar una sombra en la baldosa. Giré la cabeza y la sombra había desaparecido. Era algo contra lo que no se podía luchar, pero no alcanzó a horrorizarme. Estuve durante una semana mirando los rincones cada vez que entraba al baño. Finalmente olvidé el asunto.

4 comentarios:

Minimálica dijo...

A mi me espantan las sombras en la retina: usted sabe, las que aparecen en el borde del ojo sin necesariamente estar reflejadas en un objeto. Cuando eso sucede, me alegro de no haber seguido en la lectura de Lovecraft, porque se me empieza a alimentar la paranoia de cosas intangibles y ahí no más me paso de largo los paraderos, las horas de sueño, los libros, las letras, las caras y termino metida en mi cama y tapada hasta las orejas.
Leí su crítica a mi escrito y si, puede que tenga razón, pero como soy diletante, puede que le haga caso.
Sin embargo, tendría que entrar a explicarle un par de cosas, pero lamentablemente odio dar explicaciones.
La Pizarnik es una de mis escritoras de cabecera y me aterra un poco esa condición de oráculo que a veces tiene para conmigo. Cosas de la lectura.
Tampoco podría decirle cómo fue exactamente que llegué a su blog. Prefiero decir se articuló a bases de andar dando saltitos.
De todas formas me gusta su estilo, aunque obviamente ciertas temáticas me resultan ajenas pero no por ello totalemente descartables. Le seguiré la pista.

Mis saludos

Minimálica dijo...

Wow!.
Teorizar: palabrota. Tal vez no se trata de poner «lo que una quiera», aunque no estoy muy segura de aquello tampoco. Pero vamos por parte:
1. Postmodernidad: esta situación-estado-tiempo-pensamiento en donde todo y todos tiene/n cabida. He leído por aquí y por allá, nada en forma sistemática, pero básicamente se desprende de allí aquello de la hibridez de los cuerpos textuales (sigo averiguando al respecto, por tanto esto es una aseveración a priori, pedestre)
2. Del escrito: hay ciertas preguntas que se deben responder: ¿hago literatura?, no en su sentido estricto. Por ahora el asunto no pasa de simple ejercicio escritural. Usualmente posteo lo que veo, lo que me pasa por la cabeza. ¿Me interesa hacer literatura? por ahora, tampoco. Soy más lectora que nada. Escribir es más simple y menos costoso que ir al psicoanalista.
Por tanto, me declaro una Bartleby a secas, recogiendo, por cierto, el personaje de Vila-Matas.
3. De los lectores: la lectura, siento yo (ojo en el verbo) que es un asunto de empatías. Luego una se va poniendo más exquisita, es como el arte de beber, de a poco se va aprendiendo aquello de las cepas, sabores y olores.
4. De mi ejercicio escritural en cuestión: básicamente se apega a mi forma de pensar, en primera persona singular, sin ninguna contemplación por el que lee, tal cual, egoísta y autorreferente. Soy disgresiva, y por tanto, las cosas que relato se estructuran tal como las pienso. Si las trato de organizar comienzan a perder sentido y entonces mejor me voy a la cama y enciendo el televisor.
Me parece que usted es mucho más apegado a una visión estructuralista de como se debe generar un escrito. Lo suyo implica una disciplina asociada a la acción de crear. Lo mío, insisto, está en un nivel distinto (no por ello despreciable) en donde la escritura se desarrolla sin pretensión mayor que la de decir.
De todas formas le agradezco el comentario feroz, la dentellada. Créame que le tengo más miedo a la página en blanco que a las críticas. Considero que si alguien genera una crítica es porque de todas formas el escrito en sí no es terreno baldío.
Lo otro que debo agregar que suelo escribir parrafadas interminables y a menos que me permita dialogar por otra vía que me deje echar afuera con mayor soltura, esto no pasará de mordiscos como de niño mañoso sobre un rico pastel.
Mis saludos

propenso dijo...

Nunca he vivido algo asi, en el fondo el ojo inventa cosas que no son, ejemplos, el cariño y el sentirse

Anónimo dijo...

Muy bueno, por su breve intensidad y la disolvencia que lo cierra ¿o abre de nuevo? Felicitaciones, también por tu blog que recién descubro y recorro como una sombra más.
Saludos,
angel