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miércoles, marzo 22, 2006

Lluvia de meteoritos

Debíamos protegernos de la lluvia de meteoritos en edificios endebles que dejaban a la vista esqueletos de madera de pino, ventanucos a medio cerrar, cielos falsos. Eran las tres de la tarde pero el fenómeno había oscurecido a la tierra por completo, más que un eclipse total de sol. Los meteoritos volaban sobre la calle a velocidades inauditas. Vistos desde el octavo piso del edificio eran miles de rayos cruzados que generaban una ventolera silenciosa. La multitud se apretujaba en las habitaciones, angustiada. No había nada que hacer. La ciudad estaba en ruinas.
Quise bajar entonces al subterráneo para salvar mi vida, pero no había subterráneo. En cualquier momento el edificio se vendría abajo. Nos lanzamos a la calle con otro hombre, pero un mar blanquecino y bravío nos atrapó y nos llevó hacia adentro. De casualidad pudimos agarrar la cresta de una ola: hubiese preferido no hacerlo. Desde esa altura nada de envidiable divisamos con horror una catarata con forma de embudo cuadrado, de una superficie aproximada a la de media cancha de fútbol. Era un hundimiento desmesurado de las olas e íbamos directo hacia allá. La fuerza de la corriente se adivinaba inmensamente superior a la de nuestras brazadas, pero he ahí que un afortunado repliegue de las olas nos lanzó violentamente a la orilla cuando ya nos dábamos por muertos.

(Ilustración: Sergio Mardones)

3 comentarios:

Lila Magritte dijo...

Este es el punto de partida de una novela de ciencia-ficción. O una nouvelle, o un cuento largo. Me recuerda a Ray Bradbury.
La atmósfera creada es fuerte y la narración interesante pero creo que hay que seguir. Esos personajes se salvan por una fuerza misteriosa o el destino, o el azar porque deben resolver un conflicto que aún no está planteado.
Este es el primer acto,
falta el desarrollo y el desenlace.
Tómalo o déjalo, es la opinión de una lectora simplemente.

mentecato dijo...

Nuestros escritos van en órbitas de cruce de caminos. Encomiable narración. Tiene bríos. Alucinación desmedida. Y hay muchos senderos narrativos palpitando...

Un abrazo de su camarada errante.

.oO(MaryAna) dijo...

Lei solamente este mini cuento mini paranoia mini no se que y me gusto mucho, como dicen por ahi arriba, deberias seguirlo.

Cuando tenga mas tiempo te leo todo jajajajaj

Saludos