Visitas de la última semana a la página

martes, marzo 01, 2011

La chiquilla furiosa

En un lugar del mundo, del cual sólo se puede agregar que está ubicado exactamente en los confines, vive la chiquilla furiosa. Quienes han tratado de definirla han muerto en el acto, por lo que yo tomaré mis precauciones, de modo que a partir de este momento no diré nada más de ella. Sí me referiré a ciertas imágenes que han permanecido, han quedado en el aire, como se dice. Un estudiante de actuación declaró que durante un ensayo la chiquilla furiosa lo hizo caminar en cuatro patas por el escenario, se le montó sobre la espalda y le clavó los talones en las costillas hasta sacarle sangre. Al fijarse en sus pies notó que estaban cubiertos de alambres de púas.
Un caballero me relató que al toparse bruscamente con ella a la vuelta de una esquina cayó hacia atrás. Se salvó de romperse la nuca porque la chiquilla furiosa saltó y lo acogió en su seno, rodeándole el cuello con el brazo derecho. Le consulté si en dicha oportunidad había demostrado su furia; me dijo que no, que la había advertido solícita y muy dulce, profunda en su manera de razonar, pero que al despedirse se marchó gritando insensateces, totalmente fuera de sí. Le hice ver que el suyo era un testimonio contradictorio. Lo pensó un momento y me halló la razón, jurándome que no se había dado cuenta de lo que había dicho y de que sólo había reparado en su contradicción al oír mis palabras.
No hay más testimonios sobre ella, al menos en esta parte del mundo. Quizás allá en los confines se la ensalce por sus virtudes, su belleza y la enorme sensibilidad de su inteligencia; acá se la recuerda como la chiquilla furiosa. La vida está llena de equívocos de este tipo. Por la experiencia o la impresión de unos pocos se forja el mundo una imagen errónea de sus héroes.
Y no habiendo más que decir no me resta más que acabar con esta hoja.

2 comentarios:

La chiquilla furiosa dijo...

Agggg... maldicientes, rencorosos, ignorantes que puede nadie saber nada de mi.
Dr Vicious hizo bien en callar por que le faltan datos. O venga a estos confines y compruebe.

mentecato dijo...

La historia da para mucho más en su pluma, doc.