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sábado, octubre 27, 2012

Joaquín Morales, el cincuentón gozador

Hoy me sonó el celular a las diez veinte de la mañana. Era el cincuentón gozador. ¿Hablo con el Gran Califa y Maestro Supremo de la Lengua de Vaca? ¡Cómo va, Cincuentón gozador! No sabís ná, he bajado 22 kilos, ¿por qué tanto? Una infección a la próstata me tiene así y tal vez deba operarme, pero no importa porque entonces si la forza mingua... Avanti con la lingua, como dicen los italianos. A esa hora yo estaba medio dormido y me reía por obligación; la noche anterior había tenido turno en el diario hasta las 3 de la mañana pero qué le iba a decir si hacía tanto tiempo que no nos hablábamos. Luego me contó que se había desilusionado de Chile, que había trasladado el meteorito a su actual hogar en Paine, que lo habían estafado en 8 millones y medio y que ya no tenía oficina en el centro, le llevé toda la documentación al abogado y el abogado me dijo no sirve porque el estafador se cambió de casa, ¡pero aquí están las pruebas no puede ser!, y no se pudo hacer nada; me contó que la negra lo había ido a ver y se había casado, sí, le dije, era una negra decente, menos mal que la salvé de los cafés con piernas pero igual llegó con un escote y aunque tiene las tetas chiquititas mis amigos quedaron con la boca abierta, ah le dije, entonces el Cincuentón gozador me dijo que estaba haciendo las maletas para irse a Madagascar, pero no antes de que se muriera su papá que ya está malito y aprovechó de contarme que hace año y medio había fallecido su mamá, tanto tiempo que no nos llamábamos, reaccioné mal, debí darle el pésame.
Joaquín Morales, si mis cálculos no me fallan, ya está para Sesentón gozador. Lo habré conocido hará diez años cuando me llamó para protestar por el ruido que hacían los cafés con piernas del subterráneo en el centro donde tenía su local de filatelia, numismática y colecciones varias, ruido que espantaba a sus clientes, después se cambió al barrio alto pero con el tiempo fue descubriendo ante quien habla su verdadera personalidad de fauno cincuentón, los clientes de los cafés con piernas eran niños de pecho comparados con él y me empezó a narrar sus aventuras a calzón quitado, entre insólitas y desquiciadas pero reales al ciento por ciento, ahora me dice que ha descubierto dos sitios web donde uno se contacta al azar con cualquier persona del mundo y chatea mirándose en la cámara web. El otro día había tres hombres fumando para arriba, eran tres soldados rusos que estaban en Siberia, hablamos como cuarenta minutos, ¿en qué idioma? En inglés. Después apareció un jovencito de 16 años y me gritó indecente, ¡espera, muchacho, yo no te he propuesto nada! y cada cual tomó su rumbo, así son estos sitios. ¿De dónde salen esas personas? Casi todos del primer mundo, de Estados Unidos, de la República Checa, Polonia, Eslovenia. El otro día me salió una cabra de Recoleta, ¿y qué andái haciendo aquí corriéndote la paja? lo mismo que vos, y los dos muertos de la risa. Después me salió una gringa cuarentona, al rato me dijo estoy caliente y le dije ¿haces fisting? ¿En qué idioma le preguntaste? En inglés por supuesto, en esos chat se habla todo en inglés y le preguntó a quien habla ¿sabís del fisting? Algo he escuchado le dije yo con los ojos cerrados, ya era hora de levantarse, el celular me apretaba la oreja, ¡pero Maestro, cómo no va a saber lo que es el fisting! ¿hacer pichí? ¡No, Gurú, meter la mano! ¿La mano entera? Claro, le dije a la gringa si quería hacer fisting y me pidió que le enseñara y después que le entró la mano se puso a gritar ¡ven, ven, ven! y yo le dije ¡pero si estoy  en Chile!
Me contó que tenía como 200 fotos de Madagascar y que me las quería mostrar, yo le pregunté si eran las mismas de la otra vez, no pues Maestro, esas eran de Swazilandia, ah de veras. Me contó que Madagascar es el paraíso por la mezcla asiática que se ha producido y porque no hay delincuencia, me dijo que había un pueblo chico donde se asesinaban mínimo 20 personas por noche, llegaron los de la Policía y mataron a las dos familias de narcotraficantes, a las familias enteras, con nietos, y a partir de ahí no ha habido un solo muerto, ah ¿y cómo son las negras? PERO SI TE DIJE QUE NO HAY NEGRAS, es que me confundí con las otras fotos amigo Cincuentón, la verdad es que sí hay negros, pero los negros llegaron como esclavos, lo que más hay son asiáticos que atravesaron más de 8 mil kilómetros por el mar mientras que los negros que estaban al lado nunca llegaron, después se mezclaron y dan unas pieles increíbles, las negras andan con las tetitas al aire, ¿y de qué vivirías en Madagascar? No sé, de hacer negocios, Madagascar es la cuarta isla más grande del... no, miento, parece que no, pero hay lugares de la isla en que no se conoce el dinero, una tarde me asaltaron y me fui al lado de unos punks, a mí me caen bien los punks, ¿puedo quedarme con ustedes? Claro hermano ¿qué pasa? Es que me robaron ¡¡¡¿TE ROBARON?!!! por qué no dijiste antes, a las personas como tú las protegemos porque traen dinero a nuestra tierra, y me contó que allá la gente pilla a los ladrones y los mata y quedan botados en la calle.
¿Y el meteorito? Ahora lo tengo en la casa. ¿No lo has vendido? No. Yo me estaba empezando a preocupar por la cuenta que le iba a salir porque llevábamos más de 20 minutos hablando. ¿Y cuándo sale la segunda parte del libro Gran Califa? Es que no... y me quedé pensando en la palabra pero no me salía, se produjo un silencio como de diez segundos, ¿aló? ¿Aló? ¿ALÓ GURÚ QUÉ PASA? Es que no resultó le dije, pero estoy con otro proyecto literario, juntémonos un día de estos a tomarnos un café amigo Cincuentón, cuando quiera Gran Califa, pero la próxima semana no porque tiene muchos feriados, la otra; ya la otra pero no te olvides de llamarme...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El universo masculino nunca deja de sorprenderme....

Un abrazo

Anónimo dijo...

Y también lo diferentes que somos unos de otros....