-Mamá, tengo miedo de la mano que anda sola por la casa.
-Duérmete, hijita, son imaginaciones.
-No, mamita. Es una mano que resucitó de un muerto y anda sola por la casa.
-¿La has visto?
-Sí. Siempre la siento en la noche cuando camina por el suelo.
-¿Te da miedo?
-Sí, me pongo a llorar.
-Serán pesadillas.
-No, mamita.
-¿Cómo es?
-Tiene un anillo como el anillo del tío Raúl, que suena cuando se arrastra por el suelo.
-El tío Raúl se fue hace tiempo.
-¿Adónde se fue?
-Al norte... ¿te dormirás ahora?
-Sí.
-¿No le tendrás más miedo a la mano?
-No.
-Buenas noches, hijita.
-Buenas noches, mamá... ¡mamá!
-¿Qué?
-No te vayas todavía, que puede entrar la mano.
-No va a entrar.
-Mi hermana dice que al tío Raúl lo metieron preso.
-No le hagas caso y duérmete de una vez.
Mi nombre no tiene importancia, mi edad tampoco. Sólo diré que mi título de Vicioso y Hombre Malo me fue conferido, tras estudiar la vida entera en su academia, por una milenaria formalidad ideada naturalmente por los hombres. Y que si de algo soy testigo es de un derrumbe moral que me ataca por todos los flancos y me obliga a sumarme a él, en el entendido de que la verdad no es otra cosa que aquello que todos tratan de ocultar.
1 comentario:
Este me recordó un cuento de terror que nos contábamos las hermanas antes de dormir para sentir esa sensación de incertidumbre que tanto nos gustaba.
AY mamaita, ita,ita, ita ¿quién será?
Cállate hijita, ita, ita, ita, que ya se irá.
No me voy que acercándome a la puerta estoy.....
Etc....
Un abrazo
Publicar un comentario