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viernes, mayo 22, 2009

Viento, miedo, indefensión...

Viento... soledad... miedo... indefensión... y falsía.
Viento. El viento arrecia, arrastra desde el norte su fuerza hacia mi latitud. Lo siento sobre mis hombros, revoloteándome el cabello. Me cuesta tenerme en pie, quisiera que no golpeara tanto. Veo como arranca de cuajo algunas plantas que crecieron en descuido, confiadas en los tiempos buenos. Los robles siguen resistiendo, también alerces y araucarias.
Soledad. En la soledad está el silencio, la ausencia del estímulo. El estímulo es como el viento. Arrastra consigo todo tipo de materias. Ruidos infernales, vicios, luces y apetitos. Ausente el estímulo queda lo que no se mueve. En la soledad despierto. Debo ser mecido por el viento para sentir la soledad, debo salir al encuentro del viento y resistirlo. Guarecerme, protegerme, harían esconder mi alma.
Miedo. El miedo paraliza o enloquece. La locura despierta la emoción y olvida la razón. Si he salido al campo a enfrentar el viento y me horrorizo de su fuerza seré barrido como hoja y no cumpliré proceso.
Indefensión. Sólo estando solo ante el viento podré nacer. De la indefensión nace la fuerza. Para que yo viva deberán morir millones.
Falsía. Y esta vida plena, nacida en soledad, vista desde lejos miente. Miento a los demás y tal vez me miento a mí mismo. El noble corazón se estrecha; en la calle soy uno más y esa es otra forma de egoísmo y de verdad.

3 comentarios:

Vachi dijo...

No debe ser fácil ni grata la vida de este ser, con los sustantivos que lo rondan.
Saludos

Anónimo dijo...

Hay procesos que requieren viento, miedo, indefensión....
Besos

La peor de todas dijo...

Doloroso texto. Pasa uno la vida entera imaginando defensas contra vientos y mentiras, muros que nos alejen de toda mentira, que nos cubran y cobijen, lugares y personas que nos pertenezcan... cuando solo somos uno más caminando por la ciudad, egoístas.