Anochecer feliz
Compartieron el pan con pájaros confiados
La fruta con caballos salvajes
Al llegar el nuevo día vivía aún la hazaña
De su satisfacción interna
Mas desde el cielo
Advirtieron las nubes
Anunciado el riesgo
Y el premio por vencerlo
Se le planta a la cara ese dilema
El amante elige el riesgo
De avanzar hacia el peligro
Aplastar la cobardía
Culpará a su amada de proponer una locura
Luego que ha llegado lejos
Sin traspasar aún el umbral
Vivido el miedo en píldoras
Cuerpo y alma listos
Para el camino de regreso
Su corazón le ordena más
Vencer el miedo
Desciende irascible al espiral
Donde la cellisca va tendiendo su manto
Bajan a sus pies las nubes vestidas de blanco
Y el aguanieve se adueña del sendero
Su voluntad puesta a prueba
Imagina un sin fin de problemas
Que apuntan al centro del amor
¿Es modo de amar
Cumplir de mala forma un deseo de la amada?
Despertados sus temores más oscuros
Incapaz de darse
Sólo ve carencia, no belleza en los inmaculados copos
Y si muerde el camino a la bajada
No es para cantarle su amor
Antes de la meta
Probada su hombría hasta más acá del límite
Meta que otros viajeros traspasan sin estrépito
Pone a su andar atrás la marcha
Lo amarga el grave error
De intuir al gusano
Que habita en las entrañas
Para qué engañarse
Con amores y renuncias
Y heroicas aventuras
El gigante silencioso
Cubre el sol
Ensombrece el alma
Reduce aún más la pequeñez
La abruma
1 comentario:
Arduo camino. Vale la pena andar.
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