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miércoles, diciembre 25, 2019

Pulsiones

Quienes me quieren de verdad no me admiran, me aconsejan. Yo escucho y callo, pondero. Están por convencerme, y me lo dicen con todo amor, de que soy un completo chiflado que navega en un mar bravío de pulsiones.
No pienso que haya vivido siempre en una suerte de conflagración; solo pienso que llegado el momento abriré los brazos y me entregaré a mi suerte.
Pero el peso de la sinceridad lleva directo a un ataque de nervios, más poderoso es el pasado y aún más poderosa es la rutina.

lunes, diciembre 23, 2019

Socialismo, capitalismo

Las sociedades socialistas son femeninas; las capitalistas, masculinas. ¿Cuándo me siento mujer? Cuando escribo como un hombre. Allí me hago salvaje en mi mundo mío y propio, abro senderos, asumo riesgos, levanto catedrales de fantasía. Y sin embargo de qué escribo: de mi interioridad, de cómo soy. Lo reconozco a estas alturas con un dejo de humor. Cuanto más hombre soy es cuando admito mi femenina sensibilidad.

domingo, diciembre 08, 2019

Ah, la peste

La tierra gira, sigue girando, seguirá girando montones de años más, millones de años, acaso trillones. De la oscuridad nace la luz, larga noche de tinieblas, una noche de cuarenta, de cincuenta días. Y cuando el diluvio se acabó todo no era igual que antes; fue horrible ver esa inmundicia. Y lo invisible, ¡más feo, horrible de feo! ¡Espantosamente horrible! Sobre los muros cubiertos de pintura corazones destrozados, miradas torvas, desajustes cerebrales, hígados y tripas para la miseria. Vamos, Ferdinando, échame una mano, no seas malito Papa Joe, dales por el culo chibilín chibilán, sácales caca Ferdinando; ojos rodando por las calles, un miedo ancestral, cavernario, puños inexpertos de burla, de poder de bota militar, carambolas diabólicas, cobardes enemigos, ¡niñitos de pecho!, ¡niñitas de pañuelos mataguaguas!, grandes víctimas del Estado, Estado asesino, estadito asesinito, ¡qué lindo es disparar al bulto!, ¡qué lindo fuego!, ¡a trompadas!, ¡a palos en la cabeza los quiero ver! Maldita desconfianza, odio maldito, sed de venganza.
Como iba diciendo, el contrabajo suena desafinado. Intentaré volver a la cordura. Las noticias me hacen mal, recuerdo el paraíso que hace poco anunciaban las noticias de las nueve de la noche, arrancaban bostezos y ahora las dan envenenadas mentes envenenadas que le hacen la corte a la carroña, ¡por miedo!, ¡se cagan de miedo!, ¡les hace así el orto!, Ferdinando, ¡les late mientras ponen la mejor carita!, ¡terror a caer en las brasas!, malditos faraones de la edad media.
¡Oh, la peste!, el virus que se instala sin aviso, inofensivo, menospreciada advertencia que se aloja y va multiplicándose, invadiendo como el agua la hierba, el humo el horizonte, el tumor un cuerpo indefenso que se hace polvo mientras la tierra gira montones, millones de años más.
Al lado juró el nuevo mandatario y lo primero que hace es llorar miserias. ¡No hay plata! ¡Estamos en la quiebra! ¡Ay mamacita lo que se viene allende los Andes! Al otro lado hacen pucheros y más allá andan a balazo limpio. Buena opción sería mirar la arena, qué mejor que el avestruz, cuidado con el poto eso sí, en estos tiempos es peligroso hundir la cabeza.
¿Quién se mete al sobre cada noche como único dueño de la verdad?
¡Yo!
Pero los sueños me la disputan.
Anoche vi el cortejo del líder del Perú, venía en un Ford 61 negro de la funeraria presidencial, y al llegar frente a los árboles que enfrentaban a la iglesia, donde lo aguardaba la multitud, los empleados volcaron el opaco vehículo, lo dejaron de lado con la rueda sucia dando vueltas para comprobar que todo estaba bien, y de entre la muchedumbre destacaba Ella, que lo lloraba vestida de blanco. Luego Ella ingresó al salón deshabitado vestida de luto con un traje ajustado y me mostró las medias negras brillantes, sus piernas, recostada en el canapé. Sentí la necesidad urgente de acudir al urinario. Subía los escalones del edificio y el pasillo repleto de gente me desviaba por una escalera lateral que descendía al piso inferior; quería devolver mis pasos pero debía seguir bajando para intentar subir por una nueva escala, y así fue hasta que entré al urinario, una caseta en la que adentro había un funcionario que vendía boletos, burlé a los demás en la fila y apenas cabíamos los dos; la orina caía sobre el piso, desaparecía bajo la rejilla...  

jueves, diciembre 05, 2019

Desmontando "Un violador en tu camino", la canción de moda del verano

Querido AMIGO BIGOTE
Le hago entrega de mi última genialidad. Estos días me han puesto peleador.
Lo saluda y recuerda con cariño su aprendiz
El Zanahoria

Desmontando "El violador eres tú", la canción de moda del verano

El patriarcado es un juez
Es una forma de decir, lo que se llama una metáfora. En Chile no existe el patriarcado, el estado de Chile no es patriarcal. La figura del patriarca, además, no es necesariamente negativa. Es más, el diccionario de la Real Academia define el término como la "persona que por su edad y sabiduría ejerce autoridad en una familia o en una colectividad". Pero ya se sabe que la Real Academia ha sido acusada de machista. Ganan una vez más las mujeres.

que nos juzga por nacer 
El Estado de Chile no juzga a nadie por el hecho de nacer, menos que nadie a las mujeres, hasta donde llegan los datos que manejo. Sí duele pensar en las niñas que no alcanzaron a nacer, muertas por la decisión de sus propias madres.

y nuestro castigo es la violencia que no ves
Si no veo la violencia no es porque aparte la mirada. Puede que yo haya estado en otra parte. Puede ser también que se trate de una violencia imaginaria; esto es, de un sentimiento desencadenado por la imaginación. De todos modos, el mundo está plagado de violencia, que afecta a unos y a otros, más a unos que a otros.

y nuestro castigo es la violencia que ya ves
Sí, en estos 50 días he visto mucha violencia, de palabra y obra, en eso tienen razón. El alma de Chile está desquiciada. He visto estatuas cubiertas de pintura roja, iglesias incendiadas, ojos perdidos, bombas molotov surcando el aire, varones inocentes apaleados hasta decir basta.

Es femicidio
En realidad la palabra es feminicidio y así la traducen los medios internacionales cuando dan a conocer esta letra. Aunque ahora último leo en un diccionario menor que femicidio también se acepta, porque vendría de la voz inglesa femicide. Otro ejemplo de la influencia que ejerce el primer mundo sobre nosotros. El feminicidio sí existe, es una forma de homicidio. Se habla de feminicidio cuando un hombre asesina a una mujer por machismo o misoginia. Pero el caso es que no basta que un hombre asesine a una mujer para que la muerte sea calificada de feminicidio; debe ser acompañada de las razones enunciadas.

Impunidad para el asesino
Ante esta afirmación, la ley exigiría pruebas. Si se habla de feminicidios, no pienso que los tiempos estén para eso.

Es la desaparición
Es la violación
Pasó el tiempo de los detenidos desaparecidos. El libro "La memoria y el olvido. Detenidos Desaparecidos en Chile", de Elías Padila Ballesteros, editado por el Centro de Estudios Miguel Enríquez, consigna un total de 1.193 casos de desaparición forzada de personas a partir del 11 de septiembre de 1973 hasta el 14 de noviembre de1989. De ellos, 1.119 casos corresponden a hombres y 74 a mujeres. En cuanto a la violación, se trata de un crimen deleznable, propio de un ser que persigue el placer sexual a través del uso de la fuerza. La violación es condenable bajo todo punto de vista, salvo que se produzca dentro de un sueño, femenino o masculino.


Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía
Nunca, bajo ningún punto de vista, la víctima será culpable de la violación de que ha sido objeto.

El violador eras tú
El violador eres tú
Aquí comienzan las afirmaciones gratuitas. Si yo escucho o leo esa frase, inmediatamente asumo que se me acusa de violador. Hablamos de una injuria o una calumnia, según el Código Penal, en el entendido de que injuria es toda expresión declarada o acción ejecutada en deshonra, descrédito o menosprecio de otra persona, y calumnia es la imputación de un delito determinado pero falso y que actualmente pueda perseguirse de oficio. La calumnia por escrito y con publicidad es una figura más grave. Lo que sigue de la letra, sin embargo, circunscribe la acusación a ciertos objetivos.

Son los pacos
La institución es la llamada a defenderse.

Los jueces
El Poder Judicial tiene la palabra.

El Estado
El Consejo de Defensa del Estado tendrá algo que decir.

El Presidente
A Su Excelencia le corresponde proteger su honra.

El estado opresor es un macho violador
La imagen suena bonita, pero no pasa de ser solo eso, una consigna al viento.

Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tus sueños dulce y sonriente vela tu amante carabinero.
Aquí vuelve a atacarse a Carabineros de Chile, parodiando su himno a través de una mordaz ironía.

Sabemos de sobra que ni los pacos, ni los jueces, ni el Estado ni el Presidente van a defenderse, porque no les conviene, es batalla perdida. La canción ha sido realzada por los medios de comunicación, los que no han sido tocados por los versos, con sabiduría feminista. Así se los convierte en mensajeros. De otra forma perderían buena parte de la publicidad gratuita que han recibido.
¿De qué se trata todo esto?
De un gran y tal vez legítimo resentimiento femenino en contra del género masculino, incubado durante siglos. Es probable que ciertas mujeres sientan que se las ha mirado en menos; hoy favorece a sus argumentos la certeza de que la palabra se ha vuelto más poderosa que la ley. Aun así, siendo aparentemente pacífico, este movimiento violenta a muchos que optan por callar e inclinar la cerviz, atemorizados ante la posibilidad de ponerse en el lado equivocado de la historia.
Es lo mismo que sintieron los maestros humillados por sus alumnos durante la tenebrosa época de la Revolución Cultural.
Pero como dicen que el sistema capitalista fagocita a sus enemigos en provecho propio, no sería descabellado pensar en la posibilidad de que el grupo LasTesis abriera el próximo Festival de Viña del Mar. Sería una estupenda obertura.


Habla el AMIGO BIGOTE

Álzate, fiel Zanahoria. Porque no hay nada más cierto que eso de que "el que se humilla será ensalzado…", y tu gesto de buscar la verdad, por todos los caminos posibles, te enaltece como nunca había visto hasta hoy.
Pero, cuidado: que tu madurez no petrifique tus arterias.
¿Dónde quedó el inevitable latigazo de tu humor impúber o senil, lo mismo da, siempre inesperado, que repudia las normas de la mínima lógica, recato o prudencia? No castigues a nuestra desnivelada época privándola de ese espolonazo, del aguijón en el anca del potro que nos devuelve el sístole y el diástole a la cifra perfecta.
Por piedad, no te tomes la vida -y menos los gritos plebeyos de la horda vial- en serio.
¿Dónde quedó el regocijante dr. Vicious, que habría incitado a las féminas a desgarrar sus vestiduras como protesta, a exponer sus turgencias como rechazo a los machos, a desparramar nubes de feromonas como respuesta válida a los gases lacrimógenos, convirtiendo el casco antiguo del Santiago neo extremeño en colorida y sudorosa bacanal permanente?
Por qué no incitarlas a convertir las avenidas en escenario de furibundas cuchipandas, para demostrar que la igualdad no precisa de muros, o aprobaciones timbradas y ni siquiera de órdenes de partidos? ¿Por qué no poner una gigantografía de Camila en el costado poniente de la Plaza del Lumpen, con sus anteojos de marca y su peinado de coiffeur, con un letrero que confirme que hoy "EL PC VISTE DE PRADA"?
Zanahoria bienamado, es el destino: el tiempo te hará caer todo. Espero que lo último que se derrumbe sea tu humor impío, zaparrastroso pero con indesmentible D.O.
Recibe mis complacencias.
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