Es muy sencillo. Los hago míos y ellos no parecen darse cuenta. Hago mías a las personas que amo y admiro; las despierto ante sí mismas.
Creo sospechar lo que quiere decir con eso, pero no estoy tan seguro..
Oh, tal vez algún día sabrán al lado de quién estuvieron. Lamentablemente será tarde para mí.
Si fuera así como dice, no se engañe con lo que para usted es sinónimo de humildad, pues lo que veo en su alma es el aire de la resignación. Le aconsejo no dejarse llevar por el velado resentimiento; tampoco abandonarse tan fácilmente a las sombras. Por lo demás, aquel secreto del cual es portador no se diferencia tanto de lo que siente el grueso de la gente, de aquellos que van a pie por la calle soñando con un futuro mejor. Haría bien en desprenderse al menos de una capa de vanidad; así conocería las perspectivas que le ofrece el cielo.
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