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martes, agosto 05, 2025

El sótano

Escrito y dibujado en 1981



Cuando llegamos a aquella casa campestre Heidi y yo lo esperábamos todo, luego de años de amargura y desdicha. Atrás quedaban mi infancia, su inseguridad, mi mutismo y tantas cosas.
Sin embargo el sueño duró lo que dura un sueño: a veces un segundo, otras, una eternidad; siempre un hecho consumado.
A los pocos días descubrí el sótano, que mi mujer se empeñaba en ocultarme. Habitación maldita, tan oscura como los laberintos de mi mente y al igual que ella, llamando a bocanadas a contemplar su vida propia, no tardó en invitarme para siempre a sus rincones. Primero fue el bar, luego el escritorio, más tarde el dormitorio solitario.
Un día mi cuerpo se resistió a dejar aquella paz de los temblores y la inercia. Desde arriba me llegaba la música de Bach. Tomé entonces mi último periódico. Doblé después sus hojas con cuidado. Apagué la luz y me senté a esperar.

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