El poder intangible existe. Entró por las alturas de nuestra habitación, atravesando el dintel. No lo puedo ver, pero lo siento. Siento que se acerca a mi cama.
¿Es un espíritu o un gigante invisible? ¿Tendré fuerzas para enfrentarlo cuando llegue el momento?
Nada saco con hacerme preguntas, porque el momento ha llegado. Tengo al poderoso intangible a los pies de la cama.
Le doy una patada y lo toco. Su alma se ha materializado y está sobre mí, a punto de aplastarme. Lo pateo con decisión y mi mujer me grita me estás pegando me estás pegando y al oír mis suspiros de angustia me acaricia el pelo y los suspiros van cesando, hasta que el sueño nos vuelve a cerrar los ojos...
Mi nombre no tiene importancia, mi edad tampoco. Sólo diré que mi título de Vicioso y Hombre Malo me fue conferido, tras estudiar la vida entera en su academia, por una milenaria formalidad ideada naturalmente por los hombres. Y que si de algo soy testigo es de un derrumbe moral que me ataca por todos los flancos y me obliga a sumarme a él, en el entendido de que la verdad no es otra cosa que aquello que todos tratan de ocultar.
1 comentario:
Tendrás fuerzas..... el hecho siempre es mejor que lo que fabrica la mente. (los miedos)
Un abrazo
La Lechucita
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