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miércoles, mayo 10, 2023

Su Majestad Carlos III acude al dentista

(Versión original publicada por "The Sun" bajo la firma de Jeremy Clarkson, autor de una corrosiva columna anterior en contra de la duquesa de Sussex, Meghan Markle. Traducción al español del profesor Bruburundu Gurusmundu). 

Mis fuentes en la realeza británica me han asegurado que días antes de ser coronado, Su Majestad Carlos III debió acudir con cierta urgencia al odontólogo. Debido a que el profesional que lo atiende desde hace 45 años (es decir, cuando el entonces príncipe Carlos tenía 29 años) no se encontraba en Londres, sino en las Maldivas, gozando de unas merecidas vacaciones, el monarca debió acudir a una clínica situada en el área urbana de Chelsea. Aunque la visita fue planificada y posteriormente materializada en la más completa discreción, resultó imposible guardarla en el anonimato, debido a que al momento de descender del Bentley State Limousine, la cola de armiño de su capa de ocho metros se le atascó en la pisadera y para liberarla hubo que solicitar ayuda a un par de vecinas que transitaban por la calle. Fueron estas quienes alertaron de su presencia al vecindario, aunque los hechos no pasaron a mayores gracias a la oportuna intervención de agentes del MI-5. 
La transcripción del caso rotulado por dicho servicio de seguridad como "Pieza 16", por corresponder a la muela ubicada en el maxilar superior, a la derecha, dos antes del fondo, es una contribución ad honorem a la causa patriótica del Reino Unido por parte de uno de los testigos presenciales de la atención, cuyo nombre se omite en aras de su seguridad.
(Suena una campanita al abrirse la puerta de la consulta).
Adelante Su Majestad.
(Entra el rey Carlos III con su agregado).
Buenos días señorita.
Buenos días Su Majestad qué se le ofrece.
Venimos por lo de la muela.
El dentista está atendiendo a una señora y se desocupa al tiro. Tome asiento mientras tanto. Por ahí están las revistas. Usted señor también puede tomar asiento.
(El agregado).
Paradito no más.
¿Hay alguien antes que nosotros?
El caballero de corbata verde, pero dice que le cede su hora, dice que él puede esperar.
Gracias caballero.
Faltaba más Su Majestad. Aprovecho de felicitarlo humildemente por su inminente ascenso a tan supremo destino.
Gracias caballero. Usted de qué equipo es.
Yo soy del Chelsea.
Nosotros somos del Burnley.
Felicitaciones Su Majestad. Acaban de ascender.
Así es. 
Su Majestad...
Díganos, señorita.
¿Paga con Isapre o Fonasa?
Particular.
¿Tarjeta o efectivo? 
Tarjeta.
Si gusta se acerca.
Cómo no. Chester... 
Son 245 libras. Pago por adelantado. Supiera la de clientes que han hecho perro muerto. Nuevas normas, comprenderá. La inflación. El Brexit. Acerque la tarjeta, póngala en esa esquinita... Digite la clave... ¡Aprobado! ¿Le imprimo el recibo?
(Una paciente de edad sale de la consulta. El dentista la lleva del brazo y le habla).
Recuerde no morder por este ladito por unas dos horas.
¿Puedo tomar café con leche doctor?
Claro que sí. Y no se olvide de pedir hora con la secretaria para la próxima semana.
Doctor, doctor...
(Se le acerca y le habla al oído).
Ese se parece tanto al rey. Es igualito...
Bien, señora, pida horita para la próxima semana.
(El dentista vuelve a la consulta. Aparece una joven de uniforme celeste).
¿Don Carlos III?
Nosotros somos.
Adelante.
(El rey Carlos III entra a la consulta con su agregado).
Buenos días Su Majestad Carlos III, monarca perfecto, Dios hecho hombre. Permítame besarle los cordones de los zapatos pero primero permítame abrocharle el zapato izquierdo.... Ya veo que es un Crockett & Jones modelo Oxford, dicen que es el único zapato del mundo a prueba de juanetes. 
No nos tiremos al suelo doctor. Con que nos hinquemos basta. Cordón con dos rosas s'il vous plait.
(Se hinca el dentista. Le abrocha los cordones del zapato izquierdo).
Y qué se trae entre dientes Su Majestad.
Esta muela de arriba doctor, esta de acá.
Póngase cómodo Su Majestad, sáquese la capa y déjela en la silla si gusta.
Gracias doctor. ¿La corona también?
Sería ideal. Puede dejarla sobre la capa.
Qué linda la corona.
Muy linda señorita. Muy... histórica.
¿Cuántos diamantes tiene?
Vayamos a saber. Dicen que como dos mil ochocientos.
¿Me la puedo probar?
Cómo se le ocurre Priscilla, deje al rey tranquilo.
Pero si el rey me da permiso... es para sacarme una selfie.
No problem. Nosotros la dejaríamos pero nuestro agregado es un celoso guardián del protocolo y nos ha advertido que no cedamos por ningún motivo a los caprichos del pueblo porque o sino el pueblo se nos va a subir hasta más arriba del paracaídas.
A mí cuando estaba en la escuela de asistencia dental de Peckham me sacaron reina y me pusieron una corona, pero eran puros vidrios, pero era bien bonita, pero no era tan bonita como la suya. Por eso...
Priscilla, no moleste a Su Majestad con sus historias. No le haga caso Su Majestad.
Al pueblo se le debe escuchar doctor... lo dejaremos en las manos de Chester.
(El agregado dice no con el dedo índice).
Pase al sillón Su Majestad.
Encantado.
Tiene nervios de acero estoy viendo.
Hemos vivido preparándonos para esto.
Ábrame la boquita... así... un poco más... vaya vaya... esto es serio... ciérreme la boquita.
Qué le pasa a nuestra muela doctor.
Está malita Su Majestad.
Y qué podemos hacer.
Un poquito de anestesia, luego una pasadita de máquina, otra pasadita de máquina, otra pasadita de máquina, hago el tratamiento de conducto, sacamos el nerviecito y estamos LizTaylor. Una horita, hora tres cuartos a lo más. Haga cuenta que estará viendo un partido. ¿De qué equipo dijo que era?
Del Burnley doctor.
Ah, pero si acaba de ascender.
Así es. Estamos tan contentos. No sabemos qué es mejor, si el ascenso a la Premier League o la coronación.
El ascenso Su Majestad el ascenso no tenga duda alguna.
¿Nos va a doler doctor?
Nooo... no tanto. Cómo se le ocurre Su Majestad.
¿La cara se hincha?
Un poquito.
¿Pero alcanzaremos a deshincharnos para la coronación?
Siempre que no se zampe un lebrillo de porotos ese dia... ¡Juajuajuajuajuá! Perdón Su Majestad. Me tome una pequeña licencia. Me acordé de un episodio de Benny Hill. No debí... Lo siento tanto...
(Habla el agregado).
¿Se toma preso al odontólogo Su Majestad?
No lo pongamos nervioso Chester... A nuestra madre no le gustaba Benny Hill. Le gustaba más Mr. Bean. A Benny Hill lo encontraba pervertido. Decía que le gustaba más el viejito pelado. Pero el que más le gustaba era Norman Wisdom. 
¿Y usted con quién se queda Su Majestad?
Lamentablemente carecemos de sentido del humor. Preferimos la música de Sir Edward Elgar, especialmente el concierto para violoncello. Pero notamos que nos está haciendo demasiadas preguntas. Vamos a lo que vinimos de una vez.
Bajo el sillón Su Majestad... un poco más... un poco más... bajando... anestesia, Priscilla.
Puta la media jeringa.
Tranquilo Su Majestad... va a doler su poquito... así... otra más en la encía... así... una más en el paladar...
(El rey Carlos III levanta un brazo.)
¿Dolió?
(El rey Carlos III levanta el pulgar.)
Ya pashó. Ahora esperaremos que se duerma la zona. Descanse please.
Se nos está enchuecando la boca doctor, nos está cogggtando modulaggg.
Es normal rey Carlos III Su Majestad Perfecta Dios hecho hombre. Ahora vamos a empezar. Quédeseme tranquilito por el bien del reino. Priscilla...
¿Alicate doctor?
Alicate.
¿Sierra?
No todavía. Cuchillo número cinco.
Cuchillo número cinco doctor.
Fresa de turbina.
Fresa de turbina doctor.
No, otra más grande.
¿Esta fresa doctor?
No, la más grandecita... todo bien Su Majestad... 
(Suena la fresa).
¡Chrirrrriiiiiirrrrrriiiiiiiiiikkkiiiiiiiiiiiiiikkkkkkiiiii!
¿Y el Burnley se la podrá en la Premier League cree usted Su Majestad?
Nosógggo ggguémo ggguenó... peggggo epegggganza nugggca ggggue piegggue...
Chutearon unos goles muy bonitos... ese negro grandote... un negrazo... algodones Priscilla.
Algodones doctor.
Métale la cánula de succión mire que me está chorreando de baba... 
(El rey Carlos III levanta un brazo).
No tan adentro la cánula Priscilla que a Su Majestad le está dando arcada.
Aggggggg.
La tengo afuerita doctor.
No tan adentro Priscilla... debajo de la lengua, pero no tan adentro... ¡Ahí sí que sí! ¡Ecolicuá! Ya nos falta poco Su Majestad... queda lo menos.
Ojaggggá... Ggggacia.
¿Duele?
Uggg poggggguito...
Ya va pashar. Más anestesia Priscilla.
Nooo dogggggtó taggguién agggguí. Gggggoy vagggguiente...  
Bueno ya está pashando Su Majestad ya estamos cashi cashi... la caries era más grande que una aceituna... ¡Una caries real Juajuajuajuajuá..! pero ya se fue, se fue como el pañuelo que se lo llevó el río... ahora el nerviecito va saliendo... ya se va desenrollando el nerviecito... el conducto está quedando limpiecito... Ese negro es muy bueno para la pelota, ¿vio el gol de chilena que se mandó en la última fecha? Un monumento de negro... Tiene buena tragadera Su Majestad... ¡bocaza impecable! Una pura cariecita... eso era todo... Ya estamos terminando... Tapando conducto... Tapando conducto... Retire los algodones con sangre Priscilla, que llegan a estilar de mojados que están.
Retirando algodones doctor.
¡Cuidado con el armiño!
La embarré doctor lo siento voy a buscar un trapito.
Chester, ¿tendrán en la alacena del reino un limpiador de armiño de excelencia?
Hay de todo doctor.
Dejémoslo manchadito entonces, allá lo limpian al estilo del Palacio de Buckingham como se dice.
(El rey Carlos III abandona la consulta).
Encantado de haberlo atendido Su Majestad. Recuerde que tiene horita en quince días más, no se le vaya a olvidar. Ahí le pondremos la corona, ¡esa sí que será una linda corona, blanca como el armiño!... ¡Más blanca que el armiño!... ¡El único rey con dos coronas...! 
¿Haggggta qué hoggggga vamogggg a teggggguer la bogggga chueggggga dogggggtó? 
Media horita a lo más. Ni se va a dar cuenta cuando estará hablando de nuevo como rey Su Majestad.
Ggggggacia dogggggtó... Haggggta pgggggonto Piwwiwwa.
Adiós Su Majestad ¡y gracias por tan maravillosa aventura!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja ja ja..